“Preguntas entre académicos”: Artículo basado en Cursos de Formación para Académicos Pastoral UC, coordinado en conjunto con el Centro de Bioética UC.
Mientras se habla y legisla sobre el aborto y la Eutanasia en Chile, la Pastoral UC generó espacios de formación para analizar conceptos y casos que expliciten los dilemas que presentan estos temas.
¿Este tipo de temas debería ser fundamental en el currículum de los estudiantes de enseñanza básica y media, para ir preparando a las personas y aumentar las posibilidades de tomar buenas decisiones desde visiones transdisciplinarias?1
SESIÓN: Eutanasia y aborto en Chile. Contexto legislativo y de salud pública2.
En la discusión pública hay temas que requieren ser comprendidos por todas las personas en cuanto dicen relación con el sentido de la vida, del habitar, de ser para otros, de “vida buena” y del “buen morir”. De ahí la urgencia de incorporar en los currículos de los estudiantes de enseñanza básica, media y universitaria, en forma transversal, reflexiones en torno a la dignidad intrínseca de toda persona, en cuanto esta goza de un valor sin equivalencia y por tanto insustituible3, y de sus derechos fundamentales, en particular de su titularidad, tipicidad y contenido normativo4. Estos derechos encuentran su fundamentación objetiva en aquellos bienes humanos esenciales para el desarrollo de toda persona en comunidad4.
Parece necesaria la comprensión de la vida humana en cuanto un bien de la mayor importancia y, a la vez, como el derecho fundante de los demás derechos5. En cuanto a su titularidad, toda persona tiene derecho a la vida desde su fecundación hasta su muerte natural. Además, la vida es indisponible, por cuanto ninguna persona puede tener dominio sobre la propia ni menos sobre la de terceros.
El principio de inviolabilidad de la vida debe ser piedra angular de la ética, de los derechos para toda persona en las sociedades democráticas. Debe ser exigible a todos sin condición, y no debería ser objeto de decisión subjetiva. La vida no puede limitarse o suspenderse, como en el caso de otros derechos. La violación de este principio es de carácter irreversible, pues desaparece el titular y de esta como en el aborto, la eutanasia y la pena de muerte.
El derecho a la vida no se limita a que no lo maten, también comprende el derecho a la integridad física y psíquica, debiendo prohibirse la destrucción de cualquier parte de su cuerpo o del cuerpo del prójimo. No obstante, que la vida humana sea un bien que hace posible el ejercicio de los demás derechos no obliga a preservarla a cualquier precio. De allí que este derecho no debe entenderse como el deber de prolongarla artificialmente por cualquier medio — encarnizamiento terapéutico—. En este caso, la tecnología y los tratamientos fútiles solo prolongan la agonía.
La muerte, el dejar de ser, no es deseable, es un hecho oscuro que se quisiera evitar y, sin embargo, necesario de abordar. ¿Qué se entiende por el “buen morir”? En el contexto nacional es probable que se entienda como morir en familia, sin sufrimientos ni dolores. La depresión, la falta de esperanzas, el sentirse una carga para la familia y el sufrimiento no tratado están presentes en la discusión de la buena muerte. El dejar morir cuando se han agotado los tratamientos médicos al alcance no constituye un ataque a la vida. Es solo reconocer su finitud.
Desde la Medicina, ¿cómo se aborda el dolor físico en pacientes terminales?6
SESIÓN: Las fases de la vida y su cuidado: un diálogo entre biología y medicina.7
Al atender a un paciente terminal8, como médicos no podemos curarlo (cure), pero sí cuidarlo (care) siempre. Esto implica definir metas de cuidado considerando a la persona integralmente, dado que la enfermedad avanzada puede provocarle sufrimiento en múltiples dimensiones, incluyendo la aparición de síntomas físicos, como el dolor.
El alivio del dolor es uno de los fines de la medicina desde sus orígenes. Hoy existen nuevos recursos para aliviar a los pacientes que presentan dolores difíciles de tratar y especialidades médicas, como la medicina del dolor y, especialmente, la medicina paliativa —del latín pallium: manto o cubierta—, dirigida a aliviar el sufrimiento de los pacientes terminales y sus familias, mediante la evaluación integral y tratamiento de los síntomas físicos, psicosociales y espirituales que experimentan, mejorando así su calidad de vida.
El surgimiento de la medicina paliativa ha permitido, por una parte, hacer más efectivo el alivio del dolor, protocolizando su manejo con analgésicos que incluyen opioides y otras medidas excepcionales para casos difíciles. Pero, sobre todo, los cuidados paliativos han recuperado para la medicina moderna la comprensión del dolor como multidimensional, ayudando a superar la errada dicotomía entre dolor físico y sufrimiento personal, dicotomía que concibe el dolor físico como lo único “real” y objeto del cuidado médico, y el sufrimiento personal como “subjetivo”, desatendido por la medicina.
Dolor y sufrimiento tienen en el paciente una estrecha relación y, por lo demás, el dolor tiene por definición una dimensión subjetiva. Solo el paciente puede decir cuánto le duele y, en esa valoración personal (el significado que el paciente otorgue al dolor a nivel cognitivo, afectivo o espiritual) influyen todas las dimensiones que, de ser desatendidas, obstaculizan el tratamiento del síntoma. No es raro que la inclusión de estos aspectos en el cuidado haga que el paciente perciba el dolor como menos intenso, requiriendo menos analgésicos.
La valoración multidimensional del sufrimiento del paciente terminal debe guiar su plan de atención. Implementar universalmente este modelo de cuidado de las personas hasta el último día de su vida es tarea de todos y una urgencia en Chile. El cuidado de la casa común tiene en su núcleo el cuidado de los más vulnerables entre nosotros, como son las personas próximas a su muerte.
*Ilustraciones Paulina Bustamante
Notas
- Pregunta elaborada por Octavio Alarcón Uribe, profesor de la Facultad de Educación de la UC.
- Sesión disponible en YouTube. Expositora: Paulina Ramos, Doctora en Derecho por la UC, profesora en la unidad docente de ética de la salud de la Facultad de Medicina de la UC, Vicepresidenta del comité ético científico en ciencias sociales y humanidades de la UC, integra el comité ético asistencial del Hospital y Red Asistencial UC Christus y está a cargo de la Unidad de Asesoría Jurídica de la Facultad de Medicina.
- Según Kant, la dignidad, consecuencia de la insustituibilidad del ser humano racional, siempre es fin en sí mismo. Kant, I., La metafísica de las costumbres, trad. Adela Cortina, Madrid: Editorial Tecnos, 2008.
- Sobre el concepto, fundamentos y desarrollo de los derechos fundamentales, véase Aldunate, E., Derechos fundamentales, Santiago: Legal Publishing, 2008.
- Finnis, J., Ley natural y derechos naturales, Buenos Aires: Abeledo Perrot, 2000. 6. Véase la sentencia del Tribunal Constitucional 740 c 55.
- Pregunta elaborada por Loreto Véliz García, profesora de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UC y doctora en Ciencias Biológicas por la UC.
- Sesión disponible en YouTube. Expositora: Médico internista en el Hospital de La Florida, profesora en la Facultad de Medicina de la UC, Magíster en Filosofía por la Pontificia Universitá Della Santa Croce de Roma y miembro del Centro de Bioética de la UC.
- Paciente en estado de salud terminal es el que padece una enfermedad grave, de carácter progresivo e irreversible, con pronóstico de muerte dentro de un plazo relativamente breve, sin que exista un tratamiento curativo eficaz, y que habitualmente experimenta numerosos síntomas e impacto emocional.