“Todo esto no puede quedar en nada”. Con esta cita, los obispos chilenos concluyen su informe a Roma con los resultados del proceso de escucha nacional1, el cual se extendió por seis meses, desde octubre de 2021, y respondió a la convocatoria del papa Francisco a un nuevo sínodo (reunión universal) para pensar el futuro de la institución en torno a tres ámbitos: la comunidad, la participación y la misión.
Al respecto, quisiera destacar las valiosas conclusiones de las comunidades locales, orientadas a comprender la mirada que tienen los católicos chilenos sobre la Iglesia, considerándolas un buen y acabado diagnóstico para avanzar decididamente en las trasformaciones que necesitamos para ser una “Iglesia distinta”, de cara al futuro, según palabras del mismo Papa2.
La primera de las conclusiones es que existe una necesidad de “volver a ser pueblo”, que hace referencia a la idea de que, con el tiempo, nos hemos alejado del modelo de Jesús. Mayor humildad, buen trato, transparencia y justicia emergen como conceptos clave. La segunda es el fin de la marginación y la inclusión de todos los estilos de vida, entendiendo que la Iglesia debería constituirse en un espacio donde todos puedan expresarse sin ser juzgados. Y la última es una mayor comprensión sobre la dimensión del servicio: capaz de guiar el buen ejercicio del poder, erradicando los abusos y ayudándonos a encontrar un nuevo lugar desde donde tener una voz en el espacio público, para seguir promoviendo la dignidad humana y el cuidado de la creación.
Estas reflexiones serán analizadas en la siguiente etapa del sínodo, que se extenderá hasta marzo de 2023 y que busca poner en común cuestiones continentales, resguardando las particularidades de cada país, para terminar en un encuentro mundial en Roma, en octubre del mismo año.
En este marco, convocamos a distintos autores a aportar al nuevo número de Diálogos, cuyo centro es la pregunta del “ser Iglesia”, donde destaca una interesante, crítica y propositiva conversación en nuestro Cara a Cara entre Pamela Chávez, profesora del Instituto de Filosofía, Aileen Alday, presidente del Centro de Estudiantes de Teología, y Claudio Castro, expresidente de la FEUC y actual alcalde de Renca.
Además, quisiera resaltar la investigación sobre estilos familiares y religiosidad de Maureen Neckelmann y Consuelo Araos, profesoras del Instituto de Sociología; el estudio sobre movilidad religiosa de estudiantes, liderado por Patricia Imbarack, profesora de la Facultad de Educación, y las investigaciones sobre temas modernos sociales, de Andrés Biehl, profesor del Instituto de Sociología, y de sostenibilidad, de Juan Eduardo Ibáñez, profesor de la Escuela de Derecho, que hacen una lectura aggiornada de los aportes de la Doctrina Social en estas materias.
Para terminar, me gustaría volver a citar al papa Francisco que, en su llamado inicial a este proceso, hace cuatro advertencias también aplicables al actual contexto sociopolítico chileno. El Papa llama a que el sínodo no sea puro formalismo, pura fachada; que no sea intelectualismo; que evite la ideologización que nos aleja de la realidad y, finalmente, que evite el inmovilismo que nos lleva a seguir en el statu quo.