«Esperamos que esta sea una inyección de esperanza tanto para ustedes, lectores, como para nosotras, realizadoras de esta revista»
Parece difícil hablar de esperanza hoy. Basta con ver las redes sociales para abrumarnos con las noticias en las que priman la guerra, la polarización, los conflictos entre grandes líderes mundiales, la migración, el desplazamiento forzado, la cultura de la cancelación, entre otros. Vemos cómo parejas jóvenes prefieren evitar o postergar el proyecto de traer hijos al mundo por miedos e incertidumbres que van desde cómo educarlos hasta cómo será el futuro del planeta. Sin embargo, fue en medio de este escenario que el papa Francisco convocó a la celebración del Año Jubilar eligiendo, precisamente, la esperanza como tema —mediante la bula Spes non confundit (La esperanza no defrauda) (Rom 5:5). En ella, nos exhortó a ofrecer signos de esperanza a los enfermos, aliviándolos con cercanía y afecto; a los jóvenes, no decepcionándolos; a los migrantes, acogiéndolos; a los ancianos, atesorando su sabiduría; a los pobres, reconociéndolos como víctimas y no culpables, y a los privados de libertad, ayudándolos a recuperar la confianza en sí mismos.
No pudimos pasar por alto la invitación del Santo Padre e hicimos de la esperanza el tema central para esta nueva edición de Diálogos, permeando cada artículo. Así, tenemos una investigación sobre niños migrantes y la necesidad apremiante de que sean escuchados para darles contención y, a la vez, obtener datos para aliviar su situación. Una intervención en el barrio Yungay, proyecto que demuestra que la fraternidad puede guiar prácticas cívicas significativas entre los jóvenes; columnas de opinión del director del Policlínico de Adicciones, y de la directora de la fundación Mujer Levántate, de reinserción social para mujeres que estuvieron privadas de libertad.
En este acontecido 2025, pese a la sede vacante, los peregrinos empezaron a llegar a Roma, como nuestra delegación UC, que viajó para el Jubileo de los trabajadores. Y, a propósito de la Pascua del papa Francisco, este número es un agradecimiento a su labor de pastor con olor a oveja, por lo que incluimos un informe de avance de nuestro compromiso por la paz, realizado con él cuando visitó nuestra universidad en 2018.
Por otra parte, hicimos un especial sobre su sucesor, que nos trae su experiencia misionera, su carisma agustiniano y su bagaje multicultural. Contiene entrevistas a sus amigos en el Perú, que trabajaron codo a codo con el padre Roberto y hoy oran con alegría por el papa León.
Trabajar en una universidad ofrece la posibilidad de conocer a personas muy diversas. Este número de Diálogos refleja eso: el testimonio de un papá que se tomó un mes de postnatal; una estudiante de Construcción Civil que encontró una alternativa sustentable al concreto, y una profesora de la misma escuela que se convirtió en estudiante de Teología; un profesor musulmán que nos habla del sentido de la vida, y académicos de educación que promueven una enseñanza esperanzadora a una nueva generación de estudiantes.
Esperamos que esta sea una inyección de esperanza tanto para ustedes, lectores, como para nosotras, realizadoras de esta revista. Aprovechamos la instancia para contarles que, desde abril de este año, pueden profundizar en todos los contenidos de la edición anterior, sobre la dignidad humana, escuchando Diálogos, el podcast en Spotify, y pronto podrán escuchar los capítulos de la presente edición. ¡Que la disfruten!