Macarena Maldonado
Editora Revista Diálogos N°5


Pedro Pablo Rosso
Profesor de la Facultad de Medicina UC, Rector emérito de la Pontificia Universidad Católica de Chile
prosso@uc.cl

 

Rabino Alejandro Bloch
Decano de la sede Chile del Seminario Rabínico Latinoamericano
rabaleb@bneisrael.cl

Revista

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Las Vías para Acercarse a la Verdad

«Preguntas entre académicos»: Artículo basado en Cursos de Formación para Académicos Pastoral UC.
Durante el segundo semestre de 2012, Pedro Pablo Rosso dictó una de las charlas que fueron parte del curso para académicos de la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana «Educación universitaria hoy», en donde señaló que para contribuir a la renovación eclesial, la UC debe perfeccionar sus dimensiones comunitaria y universitaria. En el curso «conflictos religiosos actuales: una miraDa socioPolítica», el rabino Alejandro Bloch explicó cómo el respeto de los diferentes caminos para acercarse a Dios confluyen en la construcción de un mundo de paz.

¿Cómo  responde  la universidad  a  los  actuales desafíos  y  transformaciones de  nuestra  iglesia?1

Pedro Pablo Rosso, Profesor de la Facultad de Medicina UC, Rector emérito de la Pontificia Universidad Católica de Chile prosso@uc.cl

Pedro Pablo Rosso: Actualmente, veo en la Iglesia más desafíos y tareas pendientes que transformaciones. Incluso, pienso que uno de los mayores desafíos eclesiales es, precisamente, transformar la Iglesia actual en aquella que, movidos por el Espíritu Santo, propusieron los Padres Conciliares. Es uno de los anhelos de renovación expresados en el motu proprio Porta fidei, de S.S. Benedicto XVI convocando a celebrar el Año de la Fe.

¿Cómo puede ayudar la universidad a que eso ocurra? Proponiéndose perfeccionar sus dos dimensiones: la comunitaria y la universitaria. Con respecto a la primera, la constitución apostólica Ex corde Ecclesiae propone el siguiente ideal: «[una comunidad] animada por un espíritu de libertad y de caridad, […] caracterizada por el respeto recíproco, por el diálogo sincero y por la tutela de los derechos de cada uno, [que] ayuda a todos sus miembros a alcanzar su plenitud como personas humanas» (n. 21).

En cuanto a la dimensión universitaria, además de educar integralmente transmitiendo valores, y la búsqueda desinteresada de la verdad, tenemos otro enorme desafío: la evangelización de la alta cultura. Con este término se identifica el ámbito intelectual donde se debate sobre el sentido de la historia y, en último término, el destino de  la humanidad. Dirigiéndose a un grupo de profesores universitarios (Roma, 23 de junio de 2007), Benedicto XVI señaló tres aspectos que las universidades católicas deberían tener presentes: un humanismo antropocéntrico, materialista, carente de fundamento ontológico; la creencia de una razón débil, que niega al raciocinio la posibilidad de alcanzar verdades superiores y, por lo mismo, alienta el relativismo. El tercer aspecto es la pretensión de relegar la fe al ámbito de las emociones y los mitos, negándole su capacidad de iluminar la realidad de lo humano y de transformar a las personas.

Las cosas que he mencionado parecen abstractas y remotas, difíciles de plasmar en un plan de acción. Pero lo que pretendo decir es que estamos en un momento histórico donde es más importante ser que hacer. Mis propuestas de contribuir a una renovación eclesial partiendo por nosotros mismos, individualmente, y por nuestra comunidad universitaria, no son más que una invitación a renovar la tarea constante que cada cristiano debería asumir como el eje de su vida: «Ser perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto» (Mt. 5, 48). En el lenguaje del Documento Conclusivo de Aparecida: «ser auténticos discípulos- misioneros».

El pueblo judío  está  a la espera del Mesías; el pueblo cristiano espera su segunda venida. ¿es esto  una  razón  de  conflicto entre  ambas  religiones?2

 

Rabino Alejandro Bloch
Decano de la sede en Chile del Seminario Rabínico Latinoamericano rabaleb@bneisrael.cl

Rabino Alejandro Bloch: Uno de los textos fundamentales de la comprensión judía del Mesías lo encontramos en la Biblia, en el Libro de Isaías, capítulo 11. En él se describe cómo será el momento de su llegada. «Entonces el lobo habitará con el cordero, y el leopardo se recostará con el cabrito. El ternero y el cachorro del león crecerán juntos, y un niño pequeño los conducirá.

La vaca y la osa pacerán, y sus crías se recostarán juntas. El león comerá paja como el buey. Un niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y el recién destetado extenderá su mano sobre el escondrijo de la víbora. No harán daño ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento de Dios, como las aguas cubren el mar. Acontecerá en aquel día que las naciones buscarán a aquel que es la raíz de Isaí y que estará en pie como una bandera para los pueblos, y su morada será gloriosa».

La llegada del Mesías traerá armonía universal, representada en el equilibrio de la naturaleza, especies antagónicas podrán convivir en paz, nadie destruirá a nadie, y el conocimiento de Dios se extenderá en todos los confines de la Tierra. El mismo género humano volverá a reconocerse como hermano de un mismo padre, como nos enseña el Libro del Génesis.

La certeza de la llegada del Mesías también nos impone a todos una vida de humildad, reconociendo que la historia tiene un sentido, y que solamente al final de la misma podremos comprender profundamente su significado.

El cristianismo y el judaísmo son religiones hermanas que tienen mucho más en común de lo que generalmente estamos acostumbrados a visualizar. El calendario litúrgico cristiano tiene una huella profundamente judía, como por ejemplo el paralelismo entre Pesaj y Pascua, entre Shavuot —fiesta de las semanas y la revelación en el monte Sinaí— y Pentecostés, y la revelación del Espíritu Santo a los discípulos. Aun así la historia ha sido una historia de desencuentro, desconfianza y persecución.

No son las diferencias teológicas las que han producido los conflictos, sino la utilización de las religiones para otros intereses. Un creyente puede comprender que existen diversos caminos para acercarse al Creador y respetar y valorar el camino del otro, que está enraizado en experiencia en la historia de otra comunidad. Hasta que llegue ese momento, judíos y cristianos tenemos mucho trabajo que realizar para hacer que esa visión de un mundo en paz y armonía este mucho más cerca.

*Ilustraciones por Paulina Bustamante

Notas

  1. Pregunta de Gonzalo Zapata, profesor de la Facultad de Educación UC | Master of Science in Educational Administration. State University of New York at Albany | gonzalozapata@uc.cl
  2. Pregunta de Juan Pablo Délano, director de la Carrera de Kinesiología, Facultad de Medicina UC | Kinesiólogo, Physical Therapist, Universidad de Chile | jdelanot@uc.cl

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