Actualmente son 22 las carreras de la UC con algún estudiante con discapacidad motora o sensorial. El programa de tutorías de pares ofrece oportunidades de desarrollo personal y académico, tanto para los tutores como para los tutorados. Este artículo deja en evidencia que para los primeros –alumnos que ayudan a sus compañeros con necesidades especiales– la experiencia es potencialmente transformadora.
Las personas con discapacidad que acceden a la educación superior constituyen un grupo muy reducido. De acuerdo con el estudio ENDISC (2005)[1], solo el 6.6% de las personas con discapacidad en Chile ha logrado acceder a este nivel educativo. Existe una serie de barreras que dificultan el acceso, permanencia y egreso de los jóvenes con discapacidad, particularmente en los contextos universitarios. Es por esto que autores como Moreno (2005)[2] señalan que la universidad es probablemente el entorno educacional más excluyente.
Las dificultades a las que se enfrentan los estudiantes con discapacidad van de la mano con barreras de infraestructura y falta de recursos tecnológicos de apoyo, pero son más importantes aquellas trabas que se relacionan con las concepciones y actitudes de los distintos actores educativos, que pueden afectar negativamente sus oportunidades de participación. Desde la perspectiva social de la discapacidad, esta se relaciona principalmente con las oportunidades de participación que la persona, en este caso el estudiante universitario, encuentra en los distintos ámbitos en que se desenvuelve. Tienen que ver, por lo tanto, con la interacción entre las características personales del alumno y los distintos espacios, actividades, procesos y exigencias que le plantea el contexto educativo. Es así como puede hablarse de entornos en los que la persona se vuelve más “discapacitada” en oposición a otros en los que la discapacidad se torna irrelevante.
El propósito del estudio que se reporta en este artículo se centra en la experiencia que resulta de la implementación de un sistema de tutoría de pares como uno de los servicios de apoyo necesarios para la participación plena del estudiante con discapacidad en el proceso de enseñanza aprendizaje, en condiciones de equidad respecto de sus pares sin discapacidad. En la UC existe desde hace más de 20 años una vía de admisión especial a través de la cual pueden postular e ingresar aquellos que, debido a una discapacidad motora o sensorial, no están en situación de rendir la PSU en condiciones de equidad. Sin embargo, no se contaba con un programa que velara por sus condiciones de inclusión. Es así como en el año 2006 surge, a partir de una iniciativa conjunta entre la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE-Salud) y la Escuela de Psicología, el Programa para la Inclusión de Estudiantes con Discapacidad (PIANE-UC).
Apuntando a generar oportunidades de participación y condiciones de equidad, el PIANE-UC ha desarrollado diversas líneas de acción, entre las que se cuentan: (a) apoyo y asesoría a docentes respecto a adecuaciones metodológicas en el proceso de enseñanza y en las evaluaciones; (b) implementación de recursos tecnológicos de apoyo al proceso de aprendizaje de estos estudiantes; (c) desarrollo de capacitaciones en diversos ámbitos; (d) orientación y apoyo pedagógico en ámbitos específicos. Con estos recursos, la experiencia del PIANE- UC mostró la necesidad de contar con un programa de tutorías, el cual se ha estado implementando durante los últimos años, como un apoyo más específico al quehacer académico del alumno.
La tutoría de pares en contextos educativos se ha descrito como una estrategia efectiva que fomenta la inclusión de estudiantes con discapacidad y dificultades de aprendizaje (Scruggs & Richter, 1986; Vogel, Fresko & Wertheim, 2007). Algunas de las investigaciones sobre las tutorías de pares para personas con discapacidad en educación media señalan como beneficios para el tutor un mayor conocimiento respecto a las personas con discapacidad, el aumento de expectativas y actitudes más positivos hacia estas personas, la experimentación de sentimientos de éxito, mayores oportunidades de interacción social y el aumento de habilidades académicas (Copeland, Hughes, Carter, Guth, Presley, Williams, & Fowler, 2004). Por parte del tutorado, se señala que se mejoraría el rendimiento académico y adaptación social (Stenhoff & Lignugaris, 2007).
Los estudios sobre los efectos de las tutorías de pares con personas con discapacidad en contextos universitarios son muy escasos. Kowalsky y Fresko (2002) en respuesta a esta escasez de información, realizaron una investigación que analizó el uso de tutoría de pares en dos grupos de estudiantes con discapacidad en contexto universitario: estudiantes con dificultades de aprendizaje y estudiantes con discapacidad visual.
«Son más importantes aquellas trabas que se relacionan con las concepciones y actitudes de los distintos actores educativos, las que pueden afectar negativamente las oportunidades de participación de estos estudiantes».
Se demostró que las tutorías pueden ser un importante recurso para apoyar a estudiantes con discapacidad en contextos universitarios: son significativas en el ámbito académico y social y tienen un efecto preventivo en la deserción universitaria. Por parte de los tutores, se describieron sentimientos de satisfacción tanto por la posibilidad de ayudar a otras personas, como por aprender sobre temáticas relacionadas con la discapacidad. Aquellos tutores que estaban estudiando Pedagogía percibieron la experiencia como significativa para su desarrollo profesional. El programa de tutorías de pares implementado en la UC contempla la contratación de estudiantes, por parte de las unidades académicas, para que se desempeñen como tutores pares de los alumnos con discapacidad sensorial o motora que cursen esas carreras. Los tutores son capacitados por el PIANE-UC y se les ofrece, también, seguimiento y apoyo. La forma en que se implementa la tutoría, en términos de periodicidad y modalidad de trabajo, varía en función de las necesidades de cada estudiante. El foco es el apoyo a las personas en su proceso académico; el tutor hace de puente entre el estudiante con discapacidad y sus docentes, para apoyar la implementación de las adecuaciones que sean necesarias en los cursos específicos. Actualmente, son 16 los estudiantes que se desempeñan como tutores, en College Ciencias Naturales y Matemáticas, College Ciencias Sociales, Arte, Psicología, Educación, Derecho, Historia, Ingeniería Civil, Sociología, Trabajo Social, Física, Agronomía y Letras Hispánicas.
El estudio realizado fue financiado a través del Concurso de Investigación organizado por la Pastoral UC y la Vicerrectoría de Investigación y su objetivo se centró en identificar el impacto de la participación en el programa de tutorías en los alumnos que se desempeñaron como tutores, abordando más tangencialmente aspectos del desarrollo mismo del programa y su llegada a los estudiantes con discapacidad. Las principales preguntas que guiaron la investigación fueron: ¿Cuáles son los principales aprendizajes que realizan los estudiantes que reciben capacitación y se desempeñan como tutores? ¿Tiene la participación en el programa algún impacto en las creencias y actitudes de los tutores? El estudio utilizó una aproximación cualitativa, ya que interesaba conocer el significado de la experiencia, desde la perspectiva de los actores. Para esto se realizaron entrevistas en profundidad a diez de los tutores participantes. El análisis de las entrevistas se efectuó en base a los principios de la Teoría Fundamentada, incluyendo una codificación abierta, axial y selectiva.
Aprendizajes
El análisis de lo reportado a través de las entrevistas, revela que los tutores han aprendido a reconocer las necesidades de los estudiantes con discapacidad y a darse cuenta del tipo de apoyos que requieren. Los tutores reportan haber adquirido conocimiento acerca de herramientas tecnológicas que favorecen la inclusión de los estudiantes con discapacidad y acerca de las adecuaciones específicas para el alumno con quien trabajaron. También reportan haber desarrollado herramientas útiles para su desempeño profesional. Por ejemplo, indican haber profundizado en sus conocimientos académicos y habilidades docentes; y haber desarrollado habilidades de planificación y organización, entre otras. En palabras de uno de los entrevistados, “es una muy buena oportunidad para enriquecerse desde el punto de vista de los conocimientos porque al yo tener que verme enfrentado a la necesidad de actualizarme o refrescar mis conocimientos para entregar un buen servicio a alguien, inmediatamente esto se convierte en una instancia de crecimiento intelectual, entonces creo que también es muy recomendable desde ese punto de vista, si uno quiere ser profesor, investigador, lo que sea, es muy necesario” (E3iii 103).
Impacto en las actitudes y desarrollo personal
El ámbito que más pudo ser explorado, a través de la metodología utilizada, fue el del impacto en las actitudes y desarrollo personal. Todos los tutores reportaron cambios en su comportamiento. En primer lugar, los tutores coinciden en que la experiencia los ha hecho tomar más conciencia de la existencia de las personas con discapacidad y sus necesidades. Ellos hacen referencia a que de alguna manera estas personas antes estaban invisibilizadas y ahora las tienen mucho más presentes. Por otra parte, el cambio en actitudes se manifiesta en que algunos mencionan que ahora han dejado ver a las personas con discapacidad como pertenecientes a un grupo diferente, para comenzar a verlos como iguales. También hay un cambio en relación a la percepción de las personas con discapacidad como menos limitadas o desvalidas, reconociendo sus capacidades y la forma en que han sabido enfrentar los desafíos que se les presentan. A continuación, algunos ejemplos de frases que representan este ámbito:
“El trabajar como tutor de personas con necesidades especiales ayuda a acercarse a ellas y a su mundo completo. Y uno está atento si es que alguien necesita ayuda”.
“Y como que de la nada todas las minorías empezaron a levantarse y, yo creo, que
hasta ocuparon una mayoría, en el sentido de que dejaron de ser invisibles y empecé a entender que no eran ‘pobrecitos’, eran personas, con emociones; que se podían alegrar y sufrir por las misma razones por las que yo; y que el sufrimiento, no era tan grande tampoco”.
“Ahora puedo ver a la persona más que al bastón y a la persona más que a la silla de ruedas… Me ha quitado mucho la sensación de ‘no va a poder’”.
“Para mí ha sido un cambio del cielo a la tierra el pasar de ver de una persona que está limitada, a ver a una persona que es limitada por el medio, por todos, debido a la visión que el resto tenemos”.
El cambio en las actitudes ha repercutido de alguna manera en la forma en que los tutores se ven a sí mismos, en términos de una mayor valoración de sus capacidades y oportunidades, y en poder verse como personas capaces de ayudar a otros. En la Figura 1 se presenta un modelo que da cuenta de este impacto en el desarrollo personal del tutor[3]. Es importante también destacar que el cambio en las actitudes se traduce también en que los estudiantes sigan motivados por el tema de la discapacidad, deseen continuar trabajando como tutores y señalen que se sienten como “agentes de cambio” en este ámbito. Todos ellos manifiestan que recomendarían a otros compañeros el trabajo como tutores. Una de las entrevistadas comenta que el programa le ha ayudado a ser mucho más activa. «Antes mis preocupaciones eran solamente sobre amigas y nadie más. Ahora pienso por dos y a veces por más personas; pienso en el bienestar de todos. En el fondo, ha ayudado a desarrollarme como un agente de cambio”.
Aportes y sugerencias de los tutores
En su trabajo como tutores, los estudiantes han ido generando una visión crítica de las condiciones de inclusión en la UC y en la sociedad en general. Para ellos, un factor crucial en la facilitación u obstaculización de este proceso, lo constituyen los docentes. Estos pueden agilizar o dificultar el camino, según su disposición a hacer adecuaciones o flexibilizar algunas de sus estrategias de enseñanza-aprendizaje. La falta de información y sensibilización por parte de los miembros de la comunidad universitaria es reportada como una barrera para la inclusión. Varias de las sugerencias van en la misma línea. Los tutores también enfatizan la necesidad de una mayor capacitación sobre el tema, especialmente a los ayudantes: “es muy importante que los ayudantes también reciban obligatoriamente capacitaciones cuando en la facultad se ha aceptado a una persona con necesidades educativas especiales… porque muchas veces no está solamente el trabajo que yo como tutor puedo hacer”, comenta uno de los participantes. En la Figura 2 se incluye un modelo que da cuenta del desarrollo de una mirada crítica en los tutores, que los lleva a plantear sugerencias al PIANE- UC y respecto a cómo avanzar para hacer de la UC una institución más inclusiva[4].
Un comentario final
En síntesis, los resultados dan cuenta del proceso experimentado por los alumnos que se desempeñaron como tutores de estudiantes con discapacidad y de los aportes que el programa de tutorías realiza para facilitar el proceso de inclusión de ellos en la UC. Así mismo, indican que la experiencia de participar como tutor en un programa con estas características tiene importantes impactos en los estudiantes que se desempeñan como tutores, especialmente en lo que respecta a su percepción de las personas con discapacidad y a una toma de conciencia que impacta en sus creencias y tiene consecuencias para su desarrollo personal. El programa muestra así un gran potencial para influir en la actitud de los estudiantes de la UC, ayudándolos a ser individuos con mayor conciencia y compromiso hacia las personas con discapacidad en nuestra sociedad. Los estudiantes participantes se motivaron incluso a seguir vinculados a esta temática como parte de su desempeño profesional. Los hallazgos contribuyen también a aportar sugerencias para mejorar el programa de tutorías de pares del PIANE-UC.
[1] ENDISC/FONADIS (2005). Primer Estudio Nacional de la Discapacidad (ENDISC-CIF, Chile 2004). Santiago: Fonadis-Gobierno de Chile.
[2] Moreno, M. T. (2005). Informe sobre la educación en América Latina y el Caribe. Paper presentado en Seminario Regional sobre la Integración de las Personas con Discapacidad en la Educación Superior en América Latina y el Caribe. Caracas: IESALC/UNESCO.
[3] La figura 1 explica el proceso personal experimentado por el tutor. Todos ellos reportan que la experiencia hizo para ellos más visible las personas con discapacidad. Este sería un primer nivel de toma de conciencia, el cual se relaciona también con un impacto a nivel no solo cognitivo, sino también socioemocional. Esto lleva a un cambio a nivel de las convicciones respecto a las personas discapacitadas, a una percepción de sí mismo como alguien capaz de ayudar a otros y de reconocer las oportunidades con las que ellos cuentan. Finalmente, este proceso personal implica una reflexión acerca del aporte que cada tutor hará como profesional a la sociedad y un cierto compromiso con la temática de la discapacidad en el ejercicio de su trabajo.
[4] La figura 2 explica cómo el trabajo realizado en el programa de tutorías, la experiencia positiva vivida por los tutores y el crecimiento personal que trae como consecuencia, los lleva a desarrollar una mirada crítica sobre los procesos de inclusión de las personas con discapacidad. Los tutores se muestran empoderados de alguna manera como personas concientes de una problemática que es muchas veces ignorada y asumen un compromiso que los lleva a plantearse críticamente frente al tema. A partir de esta mirada crítica, hacen una serie de sugerencias que pueden contribuir a generar entornos cada vez más inclusivos respecto a la discapacidad, las cuales son un aporte al quehacer del PIANE-UC y ayudan a la Universidad en su proceso de convertirse en una institución inclusiva.