Marisa Torres
Profesora de la Escuela de Medicina

Rina González
Profesora de la Escuela de Enfermería

Reinaldo Rioseco
Profesor de la Facultad de Historia Geografía y Ciencia Política

 

 

 

Revista

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Agentes Pastorales y su Aporte al Sistema de Salud

La Pastoral de la Salud de la Iglesia católica es una organización, integrada por voluntarios laicos asesorados por religiosos y religiosas que realizan actividades de cuidado espiritual de enfermos y adultos mayores. Su labor es fundamental para promover el desarrollo humano de los pacientes y mejorar su calidad de vida, siendo portavoces de la dimensión religiosa del hombre en momentos de dolor. Urge optimizar el trabajo colaborativo de la Pastoral de la salud y el sistema de salud, fortaleciendo vínculos y mejorando los programas de capacitación para aprovechar la presencia de esta red de voluntarios.1

El cuidado espiritual del enfermo

El cuidado espiritual ha sido valorado por el sector de salud durante los últimos años. La Organización  Mundial de la Salud (OMS) definió en 1946 ‘salud’ como “estado de completo bienestar físico, psicológico y social del hombre, y no solamente a la ausencia de afecciones  o enfermedades”2, definición a partir de la cual algunos expertos incorporaban al cuidado espiritual en el ámbito psicológico de la persona3. En 1998, se incorporó  la dimensión espiritual: “Salud es un estado dinámico de completo bienestar físico, mental, espiritual y social y no solamente la ausencia de padecimiento o enfermedad”4. Esta nueva definición introduce explícitamente la cualidad dinámica del concepto y amplía el carácter multidimensional de la definición de 1946 al incluir el aspecto espiritual. Sin embargo, mantiene la idea de que la salud es un “estado de completo bienestar”.

En 1990, y en el mismo contexto, la OMS adopta para el área de los cuidados paliativos la definición de atención en salud propuesta por la Asociación Europea de Cuidados Paliativos como el “cuidado total activo de los pacientes cuya enfermedad no responde a tratamiento curativo. El control del dolor y de otros síntomas y de problemas psicológicos, sociales y espirituales es primordial”.

En el trabajo asistencial en salud, actualmente no es obligación del equipo atender las necesidades espirituales y religiosas de los pacientes, pero sí identificarlas, respetarlas y realizar la derivación del paciente para que sean satisfechas por las personas más idóneas (capellanes, guías espirituales)5. Por ello, es necesario formar a los profesionales de la salud en esa área.

Los programas de formación del sector de la salud en pre y postgrado no abordan hoy la atención espiritual, o la abordan someramente, con excepción de algunos centros de formación en enfermería6 7 89. Sin embargo, se está comenzando a incorporar esta temática en programas de estudio de diferentes carreras de la salud y se promociona su investigación aplicada en el área de las ciencias médicas, especialmente en la medicina paliativa10 11.

En 2006, el Ministerio de Salud de Chile, en el contexto de una reforma, promulgó un decreto sobre los derechos de atención espiritual a enfermos y promovió la generación de Unidades de Atención Espiritual (UAE) en establecimientos del sistema de salud12. Ello constituye un reconocimiento al derecho de las personas a recibir atención espiritual: “Toda persona en Chile tiene derecho a recibir asistencia religiosa o espiritual, si así lo desea, en conformidad a la normativa vigente y a la reglamentación interna de cada establecimiento de salud”13.

La Pastoral de la salud de la iglesia católica de Chile

La Pastoral de la Salud está presente en muchos países, en los que adopta diversas expresiones según la cultura de cada sociedad, y constituye una respuesta a las grandes interrogantes de la vida, como el sentido del sufrimiento y la muerte a la luz de la resurrección del Señor 1415. Si bien esta pastoral existe desde hace cientos de años, fue en 1985 que S.S. Juan Pablo II instituyó el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, cuyo propósito es estimular la acción de los fieles en el campo de la salud y promover la atención de los enfermos a través de las iglesias locales. Tal como lo señaló él, “la actividad de los agentes de la salud tiene el alto valor del servicio a la vida. Es la expresión de un empeño profundamente humano y cristiano, asumido y desarrollado como actividad no sólo técnica, sino de entregar total e incondicional amor al prójimo. Tal actividad es una forma de ser cristiano”16.

En Chile, algunas expresiones de la Pastoral de la Salud de la Iglesia católica se evidencian con la llegada de religiosos y religiosas desde Europa en la época de la Colonia, abordando también la atención física de los pacientes. En la actualidad, esta pastoral, en su dimensión de atención espiritual, se encuentra vigente en todo el territorio nacional. Sus labores son dirigidas por la Comisión Nacional dependiente de la Conferencia Episcopal y sus actividades se realizan bajo la coordinación de cada parroquia. Los protagonistas de esta pastoral son el enfermo, su familia y el agente pastoral17. Los agentes pastorales acompañan a los enfermos en instituciones de salud (hospitales, clínicas, centros de salud), hogares de ancianos y en domicilios particulares.

La salud pública y la Pastoral de la salud

Desde la perspectiva de los expertos en salud pública, esta pastoral enfrenta hoy dos grandes desafíos; uno asociado al cambio sociodemográfico y cultural (envejecimiento demográfico, migraciones); y otro, a la necesaria interacción con el sector de salud (público y privado)18.

Latinoamérica vive un envejecimiento poblacional acelerado en un contexto de pobreza, situación que preocupa a las  autoridades  regionales. Chile tiene cerca de 18 millones  de habitantes y se encuentra entre los países cuya población envejece más rápidamente: se estima que para 2050 las personas mayores de 60 años, que hoy representan el 15,7% de su población, alcanzarán el 32,9% 1920. Este aumento de la  población adulta mayor conlleva el incremento de las necesidades de atención en salud21 22, entre las cuales está la atención y acompañamiento espiritual23. En relación a este proceso, el doctor Alexandre Kalache, médico epidemiólogo de la OMS, experto en gerontología, llama a considerar esta situación como una oportunidad y un desafío que cada sociedad debe abordar oportunamente, donde es necesario promover valores como la solidaridad con las poblaciones más vulnerables y los vínculos de respeto entre generaciones24.

Acción del agente pastoral y los sistemas de atención en salud

El agente pastoral, en un sentido conceptual y desde la perspectiva de la Iglesia católica, es un laico voluntario que participa de una comunidad parroquial,  y desde ella cumple su  misión  pastoral. Al interior de las estructuras de las instituciones de salud son “testimonio y portavoz de la dimensión religiosa del hombre”. Su presencia y participación en tales contextos significa una persona- lización del mundo espiritual en lo cotidiano25.

Para desempeñar adecuadamente su labor, el agente pastoral debe ser sensible ante el sufrimiento y contar con las condiciones de salud apropiadas 26 27.

Se espera, además, que empatice con  el paciente y que lo acompañe en la búsqueda del significado de su propia experiencia. Finalmente, el agente pastoral debe integrarse con los profesionales de la salud para unir esfuerzos en beneficio de quien está siendo atendido.

El sistema de atención de salud en Chile tiene cobertura nacional y está compuesto por los sistemas de salud público y privado, que ejecutan acciones integradas de fomento, protección, recuperación, rehabilitación y cuidados paliativos. El sistema de atención es liderado por el Ministerio  de  Salud, que establece las políticas, planes y normas de acuerdo con las  directivas del Gobierno.

Realidad del agente pastoral: estudio exploratorio

La Pastoral de la Salud de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile realizó una investigación descriptiva de carácter exploratorio en un grupo de 296 agentes pastorales de diferentes regiones del país, que participaron en cinco encuentros regionales y nacionales28. Para la fecha del estudio se estimaba que habría unos 3 mil agentes pastorales de la Iglesia católica en Chile. Si bien el contenido que se presenta a continuación no pretende ser un informe de la investigación realizada, se desea compartir algunos aspectos de ella.

Como instrumento de investigación, se diseñó una encuesta relativamente estructurada cuyo foco era conocer el funcionamiento de la Pastoral de la Salud y caracterizar a sus agentes, y el muestreo se realizó por conveniencia en reuniones y jornadas nacionales. Entre los resultados destacan los aspectos sociodemográficos: el promedio de edad de los agentes es de 62 años (rango 27-85); 77% son mujeres. Su distribución según estado civil: 47,6% son casados, 29,7% solteros y 15,2% viudos. Su nivel educacional: 46,6% superior, 37,2% medio y 9,1% básico. El estado religioso: 73% son laicos, 6,4% consagrados, 5,4% sacerdotes y 2% diáconos. Según su procedencia geográfi- ca: 1% es de Arica y Parinacota, 0,3% de Tarapacá, 1,7% de Antofagasta, 0,7% de Atacama, 1,7% de Coquimbo, 31,8% de Valparaíso, 2,4% de Maule, 1,7% de Bío Bío, 1,7% de Araucanía, 2,4% de Los Lagos, 0,7% de Aysén, 0,3% de Magallanes y Antártida chilena, 51,4% de la región Metropolitana.

Los agentes pastorales participan de diferentes instancias de formación y capacitación para su labor, como este encuentro de fin de año que los congregó en torno al año de la misericordia.

Entre las actividades que realizan los agentes destacan la visita y el acompañamiento espiritual de enfermos y adultos mayores en domicilios particulares y centros de salud (hospitales, clínicas, hogares de adultos mayores), asociados a la entrega del sacramento de la eucaristía.

Cuando se les pregunta sobre el significado de su participación en la Pastoral de la Salud, la gran mayoría la valora como una oportunidad de desarrollo personal y como una misión de servicio con sentido trascendente: “Servir a Cristo en la persona enferma que sufre”. También valoran la posibilidad de aumentar su capital social y comunitario al formar parte de esta red de solidaridad. Reconocen como fortalezas de la Pastoral de la Salud el compromiso de los participantes, la tradición de cada grupo y la existencia de celebraciones especiales, como Semana Santa, Día del Enfermo, Cuasimodo, Navidad. Entre los desafíos señalan la necesidad de contar con un programa de formación sistemático, estructurado y accesible en todo el país sobre temas de cuidado espiritual, salud y autocuidado, y convocar a generaciones más jóvenes.

Promover la labor pastoral

Considerando que la red de agentes pastorales fomenta el desarrollo de las personas, genera capital social, humano, comunitario e incrementa la calidad de vida de sus participantes (agentes pastorales y poblaciones vulnerables atendidas) es valioso impulsarla29. El aporte de los laicos es significativo en esta empresa, volviéndose protagonistas de la promoción humana, en especial durante los procesos de crisis y enfermedad (Concilio Vaticano II 30 31. Asimismo, el rol que asumen los adultos mayores sirviendo a otros adultos mayores es destacable como modelo de servicio, solidaridad, calidad humana y espiritual, y que un alto porcentaje de los agentes sean mujeres evidencia el sentido natural de la mujer como cuidadora de la salud 32.

La Pastoral de la Salud cuenta con un escenario propicio para desarrollarse y optimizar su labor. La presencia real de esta red de voluntariado en todo el terri- torio nacional coincide con la existencia de instituciones de salud que requieren de apoyo en el ámbito del cuidado espiritual. Existiendo ya un marco normativo (Ley de Deberes y Derechos de los Pacientes) que reconoce la importancia de la atención espiritual en los diversos niveles de atención, es importante generar instancias de colaboración entre los dos grandes actores sociales, el sistema de salud y la Pastoral de la Salud, guiados y coordinados por sus respectivas autoridades.

En síntesis, frente a  la  oportunidad de optimizar el trabajo colaborativo de la Pastoral de la Salud con el sistema de salud, por medio de la articulación y fortalecimiento de vínculos, es necesario diseñar y ofrecer programas de formación en cuidado espiritual para agentes pastorales y equipos de salud, así como guías, protocolos de trabajo y estrategias de acreditación estandarizadas. Una dimensión tan relevante como el cuidado espiritual de las personas enfermas o discapacitadas y de los adultos mayores requiere aunar y focalizar el esfuerzo de la sociedad a capacitarse en esta área, en especial si existe una necesidad emergente de sensibilizar a los profesionales de la salud.

Notas

  1. Artículo basado en la investigación interdisciplinaria “Pastoral de la Salud: diagnóstico de estado de situación y propuestas para Chile”, proyecto ganador del concurso de investigación de la Pastoral, con la participación de Martín Cid, Patricia Rojas, Verónica Reyes, Oslando Padilla, Antonieta Contreras y Celite Frare.
  2. OMS, Constitución de la Organización Mundial de la Salud, en Conferencia Sanitaria Internacional, Nueva York, 19 de junio – 22 de julio de 1946.
  3. Sinclair, S., Mysak, M. y Hagen, N., What are the core elements of oncology spiritual care programs? Palliative and Supportive Care, 2009, 7, pp. 415–422.
  4. OMS, Resolución EB101.R214, 101a sesión, enero de 1998.
  5. Fonseca, M., “Importancia de los aspectos espirituales y religiosos en la atención de pacientes quirúrgicos”, en Revista Chilena de Cirugía, 2016, 68, 3, pp. 258-264.
  6. , D. C. et al., Nursing students’ opinions about health, spirituality and religiosity, en Revista Gaúcha de Enfermagem, diciembre de 2013, 34, 4, pp. 98-106.
  7. Mitchell, D. L., Bennett, M. J. y Manfrin-Ledet, L., “Spiritual development of nursing students: developing competence to provide spiritual care to patients at the end of life”, en Journal of Nursing Education, septiembre de 2006, 45, 9, pp. 365-370.
  8. Catanzaro, A. M. y McMullen, K. A., “Increasing nursing students’ spiritual sensitivity”, en Nurse Education, septiembre-octubre de 2001, 26, 5, pp. 221-226.
  9. Haugan, G. et al., “The relationships between self-transcendence and spiritual well-being in cognitively intact nursing home patients”, en International Journal of Older People Nursing, marzo de 2014, 9, 1, pp. 65-78.
  10. Mitchell, D. L., Bennett, M. J. y Manfrin-Ledet, L., “Spiritual development…”, op. cit.
  11. Monod, S. et al., “Instruments measuring spirituality in clinical research: a systematic review”, en Journal of General Internal Medicine, noviembre de 2011, 26, 11, pp. 1345-1357. doi: 10.1007/s11606-011-1769-7. Epub, 2 de julio de 2011.
  12. Gobierno de Chile, Decreto Supremo del Ministerio de Salud, Ministerio de Salud, 21 de octubre de 2006.
  13. Gobierno de Chile, Ley de Deberes y Derechos de los Pacientes, 24 de abril de 2012.
  14. Bermejo, J. C. y Álvarez, F., Pastoral de la Salud y bioética, Madrid: Ediciones San Pablo, 1997.
  15. V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos tengan vida”, Aparecida, 13-31 de mayo de 2007.
  16. Juan Pablo II durante la visita al Mercy Maternity Hospital de Melbourne, 28 de noviembre de 1986; Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, Carta de los Agentes de la Salud, Madrid: Ediciones Palabra, 1995.
  17. Guía de la Iglesia en Chile, 2013-2014, Santiago: ECCLA, 2012.
  18. Cepal, Seminario internacional: Medición multidimensional de la pobreza en América Latina, Santiago, 13-14 de mayo de 2010.
  19. ONU, World Population Prospects: The 2015 Revision, Key Findings and Advance Tables. Working Paper No. ESA/P/WP.241, Department of Economic and Social Affairs, Population Division, 2015.
  20. Gobierno de Chile, Cuarta encuesta nacional de inclusión y exclusión social de las personas mayores en Chile, Servicio Nacional del Adulto Mayor, 2015.
  21. “Envejecimiento y salud: un cambio de paradigma”, en Revista Panamericana de Salud Pública, Washington, enero de 2000, 7, 1, basado en OPS, Envejecimiento y salud: un cambio de paradigma, División de Promoción y Protección de la Salud, Washington D. C.: OPS, 1998, documento inédito CSP25/12.
  22. OMS, Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud, 2015.
  23. Matus Cid, C., “Costo de un sistema de atención de adultos mayores dependientes en Chile, 2012–2020”, en Revista Panamericana de Salud Pública, Washington, 2014, 36, 1.
  24. OMS, Conferencia de Alexandre Kalache, en Seminario del Adulto Mayor, Casa Piedra, Santiago.
  25. Pangrazzi, A., Creatividad pastoral al servicio del enfermo, Buenos Aires: Editorial San Pablo, 1996.
  26. OPS/OMS, Personas que cuidan personas: dimensión humana y trabajo en salud, 2012.
  27. Fernández, J., Acompañamiento espiritual, Santiago: Nueva Patris, 2009.
  28. Esta investigación contó con la aprobación del Comité de Ética de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
  29. Sapag, J. y Kawachi, I, “Capital Social y promoción de la salud en América Latina”, en Revista de Saúde Pública, 2007, 4181, pp. 139-149.
  30. Peña, E., Los laicos, discípulos y misioneros, en Conferencia Episcopal de Chile, 2009.
  31. Gobierno de Chile, Voluntariados en Chile: Lo plural y lo diverso. Sistematización de antecedentes generales en Chile y el exterior, Santiago: LOM Editores, 2002.
  32. Vaquiro, S. y Stiepovich, J., “Cuidado informal, un reto asumido por la mujer”, en revista Ciencia y Enfermería, agosto de 2010, 16, 2.

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