Conferencia sobre la Pastoral Universitaria en las universidades católicas
El Dicasterio para la Cultura y la Educación —recientemente fusionado, tras la reforma de la curia romana— organizó en noviembre pasado un seminario sobre las pastorales de las universidades católicas, al que fuimos invitados como Pastoral UC. Congregó cerca de doscientos participantes, entre ellos a laicas y laicos, religiosas y religiosos, consagradas y consagrados, sacerdotes y obispos de 44 países, representando a los cinco continentes.
Fue una gran alegría y honor ser parte de este Congreso, y fue mayor nuestra alegría al ser invitados a participar en el grupo de seis pastorales de universidades católicas a las cuales se les motivó a compartir sus experiencias de evangelización ante todos los participantes. Las instituciones escogidas fueron la Universidad Católica de África Occidental, Universidad Católica de Lyon, Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, Universidad Católica de Corea, Universidad Católica de América, junto a nuestra Pontificia Universidad Católica de Chile.
El encuentro consistió en una ponencia magistral a cargo del prefecto del dicasterio, cardenal José Tolentino de Mendoza, mesas redondas de discusión y la presentación de las pastorales de diferentes universidades. Además de la celebración de la Eucaristía en la Basílica de San Pedro, el evento finalizó con una audiencia con el papa Francisco.
En su ponencia, el cardenal Tolentino se refirió al anuncio del evangelio en el complejo contexto universitario actual. El prefecto se valió de la figura del poliedro, anunciada por el santo padre en la exhortación apostólica Evangelii gaudium (EG nro. 236), usándola como figura que inspira un método de evangelización en el contexto universitario, método que propone acoger a cada uno desde su originalidad, desde su diferencia, para poder aportar al todo desde esa particularidad. Esta propuesta se opone de cierta manera a la figura de la esfera, que se tiende más a la uniformidad, perdiendo la riqueza de la diversidad.
El prefecto se valió de la figura del poliedro (…) método que propone acoger a cada uno desde su originalidad, desde su diferencia, para poder aportar al todo desde esa particularidad
Poder compartir las experiencias pastorales junto a otras cinco universidades del mundo fue de una gran riqueza. Dadas las diferencias culturales, sociales, políticas y económicas entre las instituciones participantes, se esperaba que las prácticas pastorales fueran diversas, pero encontramos similitudes, como las motivaciones y las dinámicas. En todas las lenguas y lugares del mundo la consigna no cambia: anunciar la alegría del evangelio de Jesucristo, mandato dado por él mismo.
El papa Francisco, en su discurso dirigido a todos los participantes del congreso, nos motivaba a desarrollar y fortalecer tres actitudes en nuestro quehacer pastoral. En primer lugar, en la línea del poliedro, nos invitaba a “apreciar las diferencias”. Insistía en acoger, recibir a cada uno tal cual es y, desde ese encuentro que acoge, poder establecer un diálogo, un camino, un proceso. En segundo lugar, insistía el pontífice en “acompañar con cuidado”. Para el Papa es esencial el mostrar una actitud de cercanía y oración con quien se acompaña, con quien se ha iniciado el diálogo que permite un proceso, un camino. Por último, invitaba a “actuar con valentía”. Consciente de la dificultad de anunciar el evangelio en el mundo de hoy, especialmente en el contexto universitario, llamaba a tener ese ímpetu de los primeros discípulos, que permite alimentar la alegría del evangelio, que permite tender puentes.
Nada más queda que agradecer la inmensa oportunidad de haber participado en este congreso y con el deseo de compartir y concretar lo vivido durante eso días a los pies de la tumba del apóstol Pedro.