Marco Barrientos

Estudiante de Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos UC

mbarriem@uc.cl

Revista

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Parroquia el Sagrario y el Conjunto Catedralicio de Santiago

La forma y las transformaciones que sufren muchos edificios públicos Están conectadas a una compleja red de relaciones que son tanto arquitectónicas y urbanas como sociales y culturales. Las tensiones al interior de esta red con frecuencia son las que contribuyen a explicar su desarrollo y su forma final. La parroquia El Sagrario y las peculiaridades de su frente principal podrían ser resultado de tales tensiones y la expresión fragmentaria de una propuesta para la fachada eclesiástica que no llegó a concretarse.

El sagrario y los estudios del conjunto catedralicio de santiago

«El origen de la actual parroquia El Sagrario se encuentra estrechamente vinculado a la construcción de una nueva iglesia catedral, y su emplazamiento en sentido norte-sur, en relación con el antiguo templo, conservando el acceso desde la plaza de Armas.»

Este trabajo contribuye a completar los vacíos en el conocimiento de la historia y del proceso de construcción de la parroquia de El Sagrario y del conjunto catedralicio de Santiago. La catedral, pieza fundamental del patrimonio arquitectónico y religioso del país, ha sido el objeto de varios estudios, desde Iglesias y Porte, Gabriel Guarda, hasta el de Emma de Ramón1, y otros que incluyen a los autores de este trabajo2. Existen también contribuciones académicas sobre el Palacio Arzobispal, desde la tesis de maestría de Yolanda Muñoz hasta el libro publicado con ocasión de la restauración de su capilla que incluye contribuciones de destacados autores3. No existen, sin embargo, estudios sobre la parroquia El Sagrario. Siendo menor en tamaño que sus dos vecinos, interactúa con ellos y juega un rol fundamental en el conjunto

El presente estudio ha sido abordado a partir de fuentes diversas: desde testimonios documentales, iconográficos hasta arqueológicos. Especial mención merecen los documentos pertenecientes a los archivos de la catedral y del arzobispado de Santiago, los libros de fábrica de la catedral y la documentación sobre el litigio entre la catedral y el arzobispado4. Se ha hecho también una búsqueda exhaustiva en mapas, planos, dibujos y fotografías correspondientes a diversas etapas de desarrollo del edificio.

La parroquia El sagrario: orígenes del proyecto

Los conjuntos catedralicios hispanoamericanos de la colonia, distinguen el templo mayor de las parroquias, tanto en sus funciones como en el espacio físico en que se erigen. El Sagrario, generalmente alojado en capillas más pequeñas, cumple una función sacramental y provisión de servicios parroquiales de su jurisdicción. En Santiago, tal separación no fue posible, en parte, por la carencia de suelo y por la escasez de recursos. Por ello, tanto la catedral como El Sagrario operaron en un mismo espacio al interior del templo mayor. Para entonces, éste correspondía al antiguo templo, que corría norte-sur, reconstruido sucesiva- mente luego de sucesivas destrucciones sísmicas. Su fachada principal daba a calle Catedral y desde la plaza de Armas se accedía por la puerta lateral “del perdón.”

Debido a la estrechez y estado ruinoso de la vieja catedral, en 1747 el obispo Melgarejo decidió adquirir el solar norponiente de la manzana, con el fin de erigir un nuevo templo, más grande y adecuado a las necesidades de la catedral. La nueva fábrica abriría su fachada principal a la plaza de Armas, en lugar de hacerlo hacia la calle Catedral, incluyéndose una parroquia El Sagrario físicamente independiente. Por tanto, el origen de la actual parroquia El Sagrario se encuentra estrechamente vinculado a la construcción de una nueva iglesia catedral, y su emplazamiento en sentido norte-sur, en relación con el antiguo templo, conservando el acceso desde la plaza de Armas.

Aunque se desconoce aún la autoría del proyecto primitivo de la catedral,  se ha podido establecer la participación directa de Matías Vásquez de Acuña (entre 1747 y 1770), mientras que la  de los jesuitas alemanes, Pedro Vogel y Juan Hagen, pudo haber sido relevante, aunque se carece de evidencias documentales que la respalden. A su llegada a Chile, en 1780, Joaquín Toesca se hizo cargo de las obras de la catedral, ya en un estado importante de avance. Su principal contribución consistió en el diseño  de la fachada principal hacia la plaza.

Fotografia de la catedral de Santiago y El Sagrario en 1860 de Eugéne Maunoury, Fuente: Biblioteca Nacional de Francia.

Constituye un hecho poco conocido hasta ahora, que el encargo hecho a Toesca incluía además la parroquia El Sagrario y eventualmente la casa del obispo ubicada en el costado sur oriente de los terrenos de la Iglesia5. El diseño original elaborado por Toesca se encuentra extraviado, sin embargo, es probable que hacia fines del siglo XVIII haya existido un plano de conjunto que incluyese la catedral y la parroquia El Sagrario. Por tanto, la actual posición de El Sagrario pudo ser decidida por Toesca.

Toesca murió en 1799. Las obras quedaron inclusas, incluyendo la fachada y las torres, de las que no se tiene registro. Es probable que Toesca haya considerado erigir las torres en la misma posición que tienen actualmente, donde fueron proyectadas por Ignacio Cremonesi a fines del siglo XIX.

La erección de la Parroquia del Sagrario

La idea de contar con una sede independiente para la parroquia El Sagrario parece remontarse a mediados del siglo XVIII, pero no se concreta hasta un siglo más tarde. Testimonios gráficos de la época dan señas de algún tipo de continuación de las obras de la catedral hacia el oriente, pero es difícil determinar con exactitud sus características y propósitos. También se desconoce en qué momento las obras de El Sagrario se aceleraron. Su inauguración ocurre en 1863.

Intervención de la fachada de la catedral y de la capilla de El Sagrario, atribuida a Vicente Larraín. Biblioteca Nacional de Chile, sala Medina. En: Guarda, Gabriel, 1997. El arquitecto de La Moneda, Joaquín Toesca, 1752-1799. Santiago: Ediciones Universidad Católica de Chile

No se ha podido precisar la autoría del proyecto, pero es probable que hayan intervenido un conjunto de arquitectos que continuaron las obras de la catedral a mediados del siglo XVIII. Entre ellos, Vicente Larraín, Eusebio Chelli y Juan Murphy. El plano conservado en la Biblioteca Nacional, atribuido a Vicente Larraín, constituye una de las explicaciones más convincentes acerca de la lógica de ordenación que pudo tener la fachada de El Sagrario: tres intercolumnios con acceso central. El edificio debía articularse con la catedral y el Palacio Arzobispal que lo flanqueaban a ambos costados a través de dos paños de muro simétricos. En el paño sur se situaba el acceso al interior de la manzana, que no llegará a construirse. En el norte se simulaba un acceso equivalente para producir la deseada simetría. Los zócalos y arquitrabes de la catedral y El Sagrario están perfectamente coordinados para dar unidad al conjunto. Los frontones de ambas fachadas, como las torres propuestas para la catedral, revelan la intención de dar un toque neoclásico al conjunto. La reducción de dicho tímpano al intercolumnio central, utilizando el mismo criterio puesto en juego posteriormente por Chelli en la Catedral, podría ser indicio de la intervención de dicho arquitecto. La torre que se levantó entre la catedral y la parroquia (1874 y 1875), permaneciendo allí hasta 1898 cuando fue demolida, ha sido atribuida al proyecto de Chelli y la ejecución por parte de Murphy6. Su posición y escala no parecen corresponder a ninguna de las dos fachadas entre las cuales se inserta.

La primera versión de El Sagrario tenía una altura de un piso por el interior. Las ventanas superiores iluminaban un salón parroquial y eventualmente otras habitaciones. Ello hace pensar en una pastoral renovada que no se limita a la liturgia y la administración de los sacramentos. En efecto la pastoral ya no se reduce a la administración de los sacramentos sino que incluye otras actividades sociales a desarrollarse en un salón parroquial. Dicha configuración se modificará sólo a fines del siglo XIX, como parte de la intervención que Ignacio Cremonesi, quien unificó interior y exteriormente el espacio de El Sagrario. Para ello convierte las ventanas en hornacinas rectangulares e incorpora óculos que iluminan la nave.

Conecta también interiormente El Sagrario y la catedral, situando en el extremo norte un coro al que se accedía por la escalera de caracol originalmente del salón. Debe así invertir la posición del altar. Este queda en una relación problemática con el acceso hacia la plaza. Tal vez esta incomodidad hizo que durante las últimas décadas del siglo XX el altar volviera a situarse al norte y bajo el coro, clausurando la conexión con la nave de  la catedral. Finalmente, con la reciente restauración de El Sagrario se restaura, se restituye dicha conexión y se retorna a la propuesta de Cremonesi.

El sagrario y una posible fachada eclesiástica alternativa

La fachada occidental de la Plaza de Armas, es resultado de un proceso de construcción incremental con la participación de varios arquitectos. El Sagrario es la pieza central de tal fachada y presenta una asimetría anómala —que parece ser el resultado de un complejo proceso de articulación, no exento de dificultades y tensiones. Pero la parroquia podría haber jugado un rol diverso en dicha fachada: siguiendo el plano atribuido a Larraín, el Sagrario podría haber contado con uno de los dos campanarios proporcionados al total de la fachada.

De ser efectiva esta hipótesis, la fachada eclesiástica pudo haber tenido un aspecto muy similar a su equivalente en la ciudad de Concepción, antes que se reemplazara la antigua catedral dañada por el terremoto de Chillán en 1939. Este templo, tuvo efectivamente dos campanarios independientes a ambos costados, similares a la torre atribuida a Murphy. De hecho algunos documentos de gobierno durante el período de construcción de El Sagrario hablan de la posibilidad de construir una segunda torre que habría sido desechada7.

Fachada del conjunto catedralicio de Santiago hoy, vista de la Plaza de Armas.

La razón más probable para que esta alternativa no llegara a concretarse, es el litigio de propiedad que sostuvieron la catedral y el arzobispado durante gran parte del siglo XIX, que incluye el antiguo callejón de entrada al interior de manzana. Finalmente, el lugar lo ocupó el último tramo del palacio arzobispal con un segundo nivel y un acceso al interior de la manzana por el primer piso.

En síntesis, la construcción de El Sagrario a mediados del siglo XIX es resultado de un largo proceso iniciado un siglo antes. Ella permitiría disponer de un Sagrario independiente como otras capitales latinoamericanas, pudiendo así ejercer una pastoral más eficiente y adecuada en la zona central de Santiago. El Sagrario ocupa parte del lugar de la antigua catedral de Santiago que corría en dirección norte sur y construye sobre parte de sus fundaciones. El templo parroquial es la pieza central de la fachada eclesiástica situada al poniente de la Plaza de Armas y ha jugado un rol central en su configuración. Es probable que la peculiar configuración de El Sagrario, especialmente de su fachada exterior, sea el resultado de un proyecto que por variadas razones nunca llegó a concretarse.

Notas

  1. De Ramón, Emma, 2002. Obra y Fe, La catedral de Santiago.
  2. Fondecyt Regular N°1090325 (2009-2010) La Manzana de la catedral. La trama de la Historia.; Fondecyt Regular N°1110481 (2011-2014). El conjunto catedralicio de Santiago.
  3. Muñoz Lozano, Yolanda, 2010: El Palacio Arzobispal de Santiago de Chile (1810-2010). Una reconstrucción crítica. Tesis de Magíster, Pontificia Universidad Católica de Chile; Beas, Cecilia y Elena Losón (eds.), 2013, Ofrenda y Gracias. Proyecto de Conservación y Restauración Capilla Palacio Arzobispal, Santiago: Quad Graphics.
  4. Archivo de la catedral de Santiago. Libro de Fábrica de la catedral de Santiago. 1747 en adelante (Tomos I y II), 1892. Memorial (Reservado) de la Comisión Nombrada por el V. Cabildo Metropolitano de Santiago de Chile para Estudiar las Cuestiones Pendientes entre el I. S: Arzobispo y la Iglesia sobre el Palacio Arzobispal, Santiago.
  5. A.C., Libro de Fábrica, foja 178 y vuelta, año 1781.
  6. “Hace días que se principió a construir la torre que debe coronar el majestuoso edificio de nuestra catedral. Este importante trabajo se ejecuta por los planos del Señor Eusebio Chelli y bajo la hábil dirección del conocido arquitecto Señor Juan M. Murphy.” Fuente: Periódico El Ferrocarril, Santiago, 17 de octubre de 1874.
  7. A. A., Fondo de Gobierno, Leg. 28/N°40, foja 10 y vuelta, 1845-1849.

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